Los avances tecnológicos han permitido que podamos utilizar en nuestras casas camas articuladas de tipo hospitalario, con todas las comodidades para hacer la vida más fácil a las personas enfermas y sus cuidadores. Te explicamos todo lo que tienes que tener en cuenta a la hora de comprar una cama articulada para domicilio.
Cuando una persona se ve obligada a permanecer tumbada por una patología puntual o permanente, contar con una cama articulada es de enorme ayuda tanto para ella como para sus cuidadores.
Las camas articuladas están especialmente diseñadas para favorecer la comodidad, seguridad y bienestar del paciente, y al mismo tiempo, facilitar sus cuidados por parte de terceras personas.
Tipos de camas articuladas
Los avances tecnológicos han permitido que podamos usar en nuestras casas sofisticadas camas que anteriormente solo veíamos en centros hospitalarios.
Aunque existen camas articuladas manuales, hoy en día se utilizan sobre todo camas articuladas eléctricas por sus innumerables ventajas.
No obstante, las eléctricas son más caras que las manuales, por lo que en caso de dificultades económicas podría optarse por las segundas.
Las administraciones públicas subvencionan la compra de las camas articuladas bajo determinadas condiciones. Lo explicamos más abajo.
Partes de la cama articulada
Las camas articuladas se componen de diferentes partes móviles con diferentes grados de inclinación para adaptarse a las necesidades de cada momento.
-Estructura base: las camas articuladas se componen de estructuras metálicas o de materiales ligeros pero muy resistentes. Sobre ellas van unas lamas de madera de alta calidad. En la parte exterior puede haber piezas de madera o plásticas con función meramente estética.
-Cabezal: la parte superior, donde reposa la cabeza, puede elevarse en el caso de personas con dificultades respiratorias, apnea del sueño o que se estén alimentando por sonda.
-Parte inferior: la zona donde reposan los pies también puede elevarse para facilitar la circulación y reducir la hinchazón en las piernas.
-Posiciones Trendelenburg: algunos modelos de cama articulada están preparados para adoptar estas posiciones, con la cabeza más baja que los pies o viceversa, que pueden ser necesarias en caso de determinadas patologías.
-Carro elevador: la cama puede subirse o bajarse de altura en función de las necesidades del cuidador, facilitando las tareas de aseo del enfermo así como las transferencias de la cama a la silla y viceversa.
-Mandos de control: unidos con un cable a la cama articulada o inalámbricos, los mandos permiten manejar los diferentes componentes móviles de la cama. Son sencillos de utilizar.
-Barandillas de seguridad: fundamentales para evitar caídas por ambos costados de la cama. Suelen ser abatibles para los momentos de atención por parte de los cuidadores.
-Ruedas: equipadas con frenos para una total seguridad y estabilidad de la cama.
-Colchón: parte fundamental del conjunto, el colchón debe cumplir una serie de requisitos básicos para garantizar el bienestar del enfermo. Lo explicamos más adelante.
Medidas de la cama articulada
En camas articuladas se utilizan medidas estándar, como en las camas normales, aunque también existen medidas especiales para casos concretos.
El tamaño estándar individual es el de 90cm de ancho por 190 a 200cm de largo, idóneo para personas adultas de tamaño promedio. La medida de 200cm de largo es ideal para personas altas.
En caso de necesidades extra de anchura, hay disponibles modelos de 105cm de ancho e incluso de 120cm a 150 cm.
También existen camas articuladas de 220cm de largo, para personas de altura excepcional.
Finalmente, las camas articuladas infantiles o para personas pequeñas miden 70 a 80cm de ancho y 160 a 180cm de largo.
Importante. Si se eligen medidas que se salen de lo estándar, hay que asegurarse previamente de que podemos adquirir un colchón que encaje y que cumpla con los requisitos médicos mínimos.
Además, hay que tener en cuenta que alrededor de la cama debe quedar espacio suficiente para que los cuidadores puedan ejercer su función.
Igualmente, debemos asegurarnos de que el suelo bajo la cama esté nivelado y tenga la suficiente estabilidad para sostener la cama.
Cómo elegir el mejor colchón para cama articulada
El colchón es parte fundamental de la cama articulada. Por un lado, debe ofrecer el máximo confort y las mejores condiciones de higiene pero, además, debe evitar la aparición de las temidas ulceraciones o escaras en la piel, un riesgo muy común en personas obligadas a permanecer en cama.
Los colchones antiescaras están fabricados de forma que reparten de manera uniforme el peso del paciente y aliviar la presión en zonas críticas como talones, espalda o caderas.
Además de prevenir las úlceras, mejoran la circulación sanguínea y ofrecen alivio a personas con dolores articulares o musculares.
A la hora de elegir colchón, debemos tener en cuenta las medidas de la cama, que encaje a la perfección y que permita la movilidad de las diferentes zonas de la cama.
Los hay de diferentes materiales:
-Colchón de espuma viscoelástica: un material que se adapta perfectamente a la piel y que distribuye de forma ideal el peso del enfermo, por lo que es el más recomendable para prevenir la aparición de escaras.
-Colchón de látex: es un material flexible, con buena capacidad de adaptación, resistente y con una excelente ventilación, lo que facilita mantener las condiciones de higiene.
-Colchón de aire estático: una opción interesante para personas con riesgo medio de desarrollar úlceras. Sus diferentes cámaras de aire son capaces de distribuir la presión del cuerpo del enfermo de manera uniforme.
-Colchón de aire dinámico o de presión alterna: son colchones de aire en los que las diferentes cámaras se inflan y desinflan en función de la presión ejercida por el enfermo. Recomendable para usuarios con riesgo alto de ulceraciones.
-Colchón de gel: material con la capacidad de absorber la presión y distribuirla con uniformidad. Destaca por su transpirabilidad, lo que permite controlar mejor la temperatura, aportando confort e higiene.
-Colchón de espuma convencional: también pueden utilizarse, siempre y cuando permitan el movimiento de las diferentes partes de la cama. No son recomendables en caso de riesgo alto de escaras.
Sea cual sea el material, el colchón debe tener siempre propiedades de transpiración. Algunos modelos incluyen capas de malla o tejidos especiales que permiten la circulación del aire y por tanto, el control de la temperatura.
Los tejidos hipoalergénicos o antibacterianos son recomendables para personas con especial sensibilidad en la piel o problemas dermatológicos.
El colchón debe ir equipado con funda extraíble y lavable. En este caso, es también recomendable el uso de tejidos hipoalergénicos, impermeables o antibacterianos.
Es importante tener en cuenta el peso del colchón, que debe ser lo más ligero posible para facilitar su manipulación por parte de la persona cuidadora. En este sentido, hay que tener en cuenta que el colchón viscoelástico puede ser más pesado.
El mantenimiento de la cama articulada
La cama articulada es un producto sofisticado, con múltiples partes móviles y componentes eléctricos. Es fundamental para el bienestar del enfermo asegurarnos de que está siempre en condiciones óptimas de uso.
La seguridad es lo primero. Debemos revisar periódicamente el bloqueo de las ruedas y el funcionamiento correcto de las barandillas de seguridad. Además, hay que vigilar que el mando de control funcione bien y, en caso de avería, contactar lo antes posible con el servicio técnico.
Cuánto cuesta una cama articulada, subvenciones y ayudas disponibles
El precio de una cama articulada es muy variado, ya que hay muchos tamaños y tipos, y lo mismo podemos decir de los colchones.
Si tú o tu familiar contáis con pocos recursos económicos, consulta las ayudas y subvenciones disponibles en tu comunidad.
En Euskadi, las diputaciones forales gestionan las subvenciones para la compra de camas articuladas y colchones.
Para poder beneficiarse de ellas, hay que superar una evaluación que tendrá en cuenta el grado de dependencia de la persona en relación con el producto a adquirir y el nivel de renta de la persona interesada.
En función de estos datos se decidirá el porcentaje del importe de compra de la cama que será subvencionado.
También pueden solicitar estas ayudas las personas con discapacidad de un mínimo del 33%.
Los diferentes municipios tienen programas de ayuda social que, en algunos casos, ayudan a cubrir estos casos. Algunas organizaciones no gubernamentales realizan préstamos de camas articuladas a personas con recursos económicos limitados.
Por otro lado, quienes disfruten de un seguro de salud privado deben consultar su cobertura, ya que en algunos casos da derecho al alquiler o compra de una cama articulada.
En Ortopedia Ortosport, además de la venta de camas articuladas, ofrecemos también la posibilidad del alquiler (colchón no incluido).
Si necesitas una cama articulada, te informamos y asesoramos sin compromiso. Si la adquieres, te la llevamos a casa, la instalamos y te enseñamos a utilizarla.
Estamos en Licenciado Poza, 6, Bilbao. Te esperamos.