Son prendas diseñadas para aplicar una presión gradual sobre las piernas que alivia los síntomas que sufren personas con patologías vasculares, linfáticas y propias de lipedemas. El papel del técnico ortopedista es fundamental a la hora de elegir las medias adecuadas, enseñar a la persona a usarlas correctamente y hacer un seguimiento para garantizar la comodidad y que cumplan su función terapéutica.
Si sufres problemas de circulación, padeces insuficiencia venosa crónica o trombosis venosa profunda, tienes varices o edema en las piernas, es probable que el profesional médico te paute el uso de medias de compresión.
Las medias de compresión son prendas especiales que se utilizan para tratar y prevenir problemas vasculares, especialmente los relacionados con la circulación sanguínea en las piernas. Están diseñadas para aplicar una presión gradual sobre las piernas, mayor en los tobillos y disminuyendo a medida que se sube hacia las rodillas y los muslos.
Este efecto de presión tiene varios efectos beneficiosos sobre el sistema circulatorio:
-Mejora la circulación sanguínea. La sangre fluye de forma más eficiente hacia el corazón. Ralentizan la progresión de las varices.
-Previene la retención de líquidos, común en personas con varices o edema.
-Reducen síntomas como la sensación de pesadez y el dolor, muy comunes en personas con este tipo de patologías.
-Previenen problemas de tipo circulatorio en personas sedentarias u obligadas a permanecer muchas horas de pie.
Hay diferentes tipos de medias de compresión según el grado de presión que ejercen, el material con el que están confeccionadas y su forma. Lo explicamos más adelante.
Las medias de compresión, siempre con prescripción médica
Es importante tener en cuenta que las medias de compresión no deben ser utilizadas sin la prescripción previa de un profesional de la medicina, normalmente el médico de cabecera, el flebólogo (especializado en trastornos venosos), el cirujano vascular (para antes o después de procedimientos quirúrgicos como la eliminación de varices), el cardiólogo (para personas con insuficiencia cardiaca congestiva) o especialistas en rehabilitación.
El médico realiza una evaluación clínica para diagnosticar la condición que afecta a la circulación. La prescripción indica el tipo de media de compresión a utilizar, detallando la presión (indicada en milímetros de mercurio –mmHg-), la longitud y el material de confección.
Muy importante: el médico descartará que la persona sufra problemas arteriales graves u otras condiciones que puedan hacer no recomendable el uso de medias de compresión.
Tipos de medias de compresión
Las medias de compresión se clasifican según el grado de presión que ejercen, el material con el que están construidas, el proceso de fabricación, su diseño y patrón, y el acabado final.
Tipos de medias de compresión por grados de presión:
-Compresión baja (8-15 mmHg): para personas con problemas leves o piernas cansadas.
-Compresión moderada (15-20 mmHg): para casos de hinchazón o varices leves.
-Compresión alta (20-30 mmHg): se aplica en problemas más graves, como la insuficiencia venosa crónica, el edema o después de una cirugía vascular.
-Compresión muy alta (a partir de 30 mmHg): se pauta en casos muy graves de insuficiencia venosa, úlceras venosas y para la prevención de la formación de coágulos.
Cómo se fabrican las medias de compresión
Las medias de compresión son un producto avanzado en cuya fabricación intervienen tecnologías sofisticadas y el uso de material especiales, que permiten la aplicación de la presión necesaria sin perder elasticidad y garantizando el confort de la persona usuaria.
Las medias de compresión pueden ser de nylon, spandex, poliéster o algodón. En función de las necesidades se elegirán unos u otros.
En cuanto a su forma, se diseñan para que apliquen una presión gradual, más alta en los tobillos y decreciente a medida que subimos por las piernas. Las medias deben ajustarse perfectamente a la pierna del usuario. Hay diferentes formas (tipo pantalón, hasta la rodilla, hasta el muslo…) y tallas, para adaptarse al problema concreto y el tamaño de cada persona usuaria.
Las medias de compresión se fabrican mediante un proceso de tricotado o tejido circular. Se teje un tubo sin costuras que se estira y ajusta a las piernas de forma cómoda, sin causar en ningún caso fricción o puntos de presión excesiva.
Las técnicas avanzadas de tricotado permiten crear en la misma media diferentes zonas de presión (más en el tobillo, menos en el muslo). El proceso de fabricación incluye pruebas de calidad para garantizar que la compresión es la adecuada, que no haya defectos en la prenda y que ésta no pierda efectividad con los lavados (aunque, inevitablemente, con el tiempo irá perdiendo efectividad y requerirá ser renovada).
Las medias de compresión se comercializan en diferentes colores y admiten la aplicación de características especiales, como el tratamiento antibacteriano o niveles especiales de transpirabilidad.
El importante papel del técnico ortopedista
Los y las profesionales de la ortopedia desempeñamos un papel fundamental a la hora de elegir correctamente la media de compresión y enseñar a utilizarla para que cumpla bien su función.
A partir de la prescripción médica, que nos indica la patología que sufre el paciente y el nivel de compresión que necesita, tomamos medidas de la circunferencia de las piernas, los tobillos, pantorrillas y muslos.
Según el área afectada, recomendaremos medias de tobillo, rodilla, hasta el muslo o tipo pantalón. También tendremos en cuenta el tipo de vida y las necesidades de cada persona a la hora de encargar las medias de compresión.
Cuando llegan las medias, enseñamos a las personas a ponerlas y quitarlas correctamente, y la pauta de uso que requieren. También damos información sobre cómo cuidarlas para prolongar lo máximo posible su vida útil (cómo lavarlas, secarlas…)
Tras unos días de uso, hacemos seguimiento para asegurarnos de que la compresión está funcionando correctamente, la media es cómoda, no causa molestias y lo que es más importante, no causa efectos secundarios indeseados. Indicamos que se nos consulte lo antes posible si aparece dolor, molestias o cambios en la piel.
Cómo se utilizan las medias de compresión
Las medias se colocan por la mañana, nada más levantarse, antes de que la hinchazón de las piernas aumente, y deben tenerse puestas durante todo el día. No deben utilizarse por la noche.
Si la persona no está habituada, puede costar ponerlas y quitarlas al principio. Disponemos de algunas ayudas que facilitan el uso de las medias, como el clásico ponemedias, para personas con poca movilidad, y sprays o cremas deslizantes.
Como consejo, recomendamos mantener la piel siempre bien hidratada y utilizar ropa interior sin costuras para minimizar la posibilidad de roces. También es interesante el uso de guantes de nylon o latex para la colocación de las medias: facilitan un mejor agarre y evitan enganchones con las uñas.
Resolvemos las dudas más habituales sobre las medias de compresión
¿Cuánto tiempo se deben tener las medias de compresión?
Depende de la condición de cada persona. Normalmente se pauta su uso durante todo el día, desde primera hora de la mañana y hasta la noche. Es decir, entre 12 y 18 horas al día.
Según la patología que sufra la persona, el tratamiento con medias de compresión puede ser más o menos largo.
En casos de varices o insuficiencia venosa crónica, su uso será a largo plazo e incluso permanente, ya que estas patologías no tienen cura y lo que conseguimos con las medias es aliviar los síntomas y frenar en lo posible su progresión.
En los casos postoperatorios de cirugía de eliminación de varices, suelen pautarse durante al menos varias semanas, disminuyendo posteriormente su necesidad si el médico así lo considera adecuado.
En el caso del edema o hinchazón de piernas, deben utilizarse todos los días hasta que disminuyan.
Finalmente, en casos de trombosis venosa profunda o riesgo de coágulos, el médico suele recomendar su uso durante largos periodos de tiempo.
¿Cuánto duran las medias de compresión?
Aunque se cuiden bien, ya que son una prenda de uso intensivo, suelen tener que reemplazarse cada 3 a 6 meses. Los materiales van perdiendo elasticidad con el tiempo.
¿Cuándo no se deben usar medias de compresión?
Las medias de compresión deben ser siempre prescritas por un profesional de la medicina, tras una completa evaluación del paciente. No deben utilizarse en caso de problemas arteriales graves, como la enfermedad arterial periférica, o si sufrimos de infección o lesiones en la piel.
Tampoco pueden usarse en la fase aguda de la trombosis venosa profunda ni en casos de insuficiencia cardiaca grave.
Asimismo, hay que prestar mucha atención en el caso de personas con movilidad reducida, ya que unas medias mal colocadas o que se utilizan durante demasiado tiempo pueden causar problemas. En estos casos la persona debe contar siempre con supervisión.
Por otro lado, en la ortopedia nos aseguramos de que la persona no sea alérgica a los materiales utilizados en la fabricación de las medias.
¿Cómo saber qué tipo de medias de compresión debo usar?
Debes acudir a consulta médica, donde el profesional evaluará tu caso y prescribirá el tipo de medias que necesitas.
Una vez en la ortopedia, tomaremos medidas y te preguntaremos por tu estilo de vida, para proponerte las medias más adecuadas.
Podrás elegir el color de las medias que mejor encaje con tus gustos.
¿Qué pasa si duermo con mis medias de compresión?
Cuando estamos acostados, nuestro cuerpo ya no tiene que luchar contra la gravedad. Si, como es muy recomendable, colocamos un cojín bajo el colchón en la zona de los pies para elevarlo levemente, ayudaremos al retorno venoso de forma mucho más práctica. En estas condiciones, el uso de las medias de compresión añade presión innecesaria que puede alterar la circulación y causar hormigueo o entumecimiento.
¿Cuánto tiempo tardan en hacer efecto las medias de compresión?
Dependerá del caso de cada persona. Si hay patologías de cierta gravedad, harán falta meses para notar mejoría. En el caso de patologías leves o si se usan de forma preventiva, se notará el alivio casi en el día o en cuestión de pocos días.
¿Qué calzado debo usar con medias de compresión?
Las medias de compresión ejercen presión sobre las piernas. Por tanto, es importante que el calzado no quede demasiado prieto, debe ser cómodo y espacioso. El ajuste debe ser adecuado, apretando ni mucho ni poco en la zona del tobillo.
Puedes utilizar zapatillas deportivas o zapatos formales, siempre y cuando cumplan estas condiciones: ajuste adecuado y espacio holgado. En verano, se puede elegir cualquier modelo de calzado siempre y cuando no interfiera con el ajuste de las medias de compresión. En invierno, se pueden utilizar botas altas siempre y cuando el espacio sea holgado en su interior y tenga un soporte adecuado.
¿Cuántas horas al día se deben usar las medias de compresión?
La recomendación es un mínimo de 8 a 12 horas diarias. Hay que ponérselas nada más levantarse, antes de que las piernas empiecen a acumular hinchazón. Salvo casos concretos, como después de una cirugía o en caso de riesgos de coágulos, hay que quitárselas para dormir.